Faltan 24
horas para la elección del nuevo secretario general del PSOE. Me he decantado
por Rubalcaba porque veo a un candidato sólido y con experiencia. Reconozco que
Chacón ha sabido ponerle a su campaña más intangibles emocionales, que es lo
que hoy por hoy priva entre un electorado de sensaciones epidérmicas. Ambos
comparten la Ponencia Marco por lo que no es previsible grandes diferencias de
estrategia ideológica.
La
pituitaria me apunta que Rubalcaba sería una opción transitoria que va a poner
orden y puntos de referencia sólidos para dejar luego camino abierto para otros
con nuevo impulso. Lo dijo en Palma para quien quiso oírlo: “Soy un chollo para
los cuarentones. Por biología, claro.”. Chacón, por el contrario, se perfila como una nueva opción de
control del partido sostenida en el tiempo.
En el
congreso del 2000, muy similar al actual, un desconocido Zapatero dijo aquello
de “pues no estamos tan mal...”. Y no lo debíamos estar porque cuatro años
después el PSOE ganó las elecciones. Seguro que, gane quien gane, habrá tomado
buena nota.
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