Volvemos a la depresión

El gran logro de la España del aguilucho: ganar
a la Unión Soviética en 1964

1. Cada país tiene las medallas deportivas que se merece en cada momento histórico. Es evidente que el depresivo fútbol español corresponde ahora a la desmoralización social que vive el grueso de los ciudadanos españoles. Durante el franquismo el fútbol– deporte nacional, lo llamaban los nacionales – jamás logró el menor reconocimiento internacional; en los largos años de dictadura, la Selección solo alzó la Eurocopa de 1964, la cacareada victoria española contra Rusia que llenó todas las portadas del No-Do durante meses.

2. Todo cambió definitivamente en 1992, cuando el deporte español se proyectó desde la Barcelona olímpica a todo el mundo. Presentaba una cara moderna, ganadora, alegre y confiada, que rompía con décadas de tristeza en la que se substituía la carencia de estructura y tecnología deportiva por la exhibición de la famosa furia española, que conducía igualmente a la derrota pero con tirón muscular añadido por el esfuerzo inútil.

3. Viendo ayer el partido de la selección española estaba viendo la sociedad española: mal dirigida, desnortada, incapaz de sobreponerse a tanto sufrimiento. Los locutores de Telecinco, como en los buenos tiempos, trataban de salvar los muebles pidiendo arreones de casta a las almas en pena que deambulaban por Maracaná… La diferencia con el pasado es que ahora sabemos perfectamente el porqué de nuestras desdichas, que ya es el primer y más importante paso para saber cómo superarlas.

La remontada del 2-1 al 2-3

Doble cara. Foto de Sebastian Bieniek

1. Alguien se dio cuenta de que el partido iba 2-1 en contra de Bauzá y decidió que eran necesarios dos goles más para remontar. Los anotó en forma de dos nuevas magistradas "seguras" en la sala del Tribunal Superior que sentenciaba la denuncia de la incompatibilidad de Bauzá con su farmacia. En lugar de dirimir entre tres, lo harían entre cinco. Y así se produjo la remontada con el resultado final de 2 a 3 a favor del presidente.

2. Con ese episodio será difícil contradecir a quienes dicen que la Justicia es un cachondeo. El mismo caso, las mismas circunstancias - Bauzá y la ex consellera socialista Salom con sus respectivas farmacias – provocan sentencias contradictorias en las que siempre gana el PP, ocurra una cosa o la contraria.

3. Sin embargo, para ser del todo franco, hay algo de bueno en esa sentencia: que Bauzá seguirá en el Gobierno y se presentará como candidato a las elecciones, iniciativa que hubiera sido mucho más difícil con una sentencia condenatoria. Lo peor hubiera sido que, a pocos meses de unas elecciones, el PP se cargara a Bauzá y presentara a elecciones un alma inmaculada, dialogante, moderna y sin negocios millonarios; algo así como lo que dijeron de Bauzá cuando lo presentaron…  

La monarquía debería desear el referéndum

Foto de  Robert Capa (1936).
Niño "miliciano" con boina de los Batallones
de Acero de la Unión de Hermanos
 Proletarios (milicia anarquista), 

1. Estratégicamente, la monarquía española debería ser la primera interesada en la convocatoria de un referéndum sobre la forma de Estado. No tengo la menor duda de que obtendría una mayoría de apoyos que legitimaría democráticamente la puesta al día de la institución con un monarca del siglo XXI. Tendría además, un formidable valor añadido.

2. Del mismo modo que la bonanza económica es la mejor anestesia de las inquietudes sociales, la crisis ha estresado a gran parte de los ciudadanos; algo así como la fatiga crónica pero en la vertiente social. Esta ciudadanía, proyectada hacia la crueldad de la incertidumbre y la desesperación en muchos casos, necesita gestos, precisa puntos de referencia, esperanzas a las que agarrarse. El referéndum, no les arreglaría nada, pero actuaría de fármaco desestresante que palia el sufrimiento. Ya se sabe: no podemos evitar las desgracias pero sí la desesperación que provocan y que empeora la circunstancia.

3. De verme obligado a apostar, lo haría a que este referéndum tendrá lugar a medio plazo. Cada día toma mayor cuerpo que las elecciones de finales de 2015 abrirán una legislatura constituyente en la que se producirá una reforma de gran calado de la Constitución para dar cabida a este y a otros ámbitos, como el territorial y el social, con el fin de apagar la mecha de la bomba. Si la generación de la Transición supo apagar la de un explosivo mucho más violento, la actual no debería tener problemas para hacerlo desde un formato de acuerdo básico, que pueda durar otros treinta años.

Y la derecha gobernó los siguientes trece años...

Fue lo mismo que ahora, pero a lo bestia y con heroísmo violento. Foto de Bruno Berbey (Paris, 1968)

1. El mayo de 1968, la mayor revolución ideológica del siglo XX en Europa, se acabó a finales de junio cuando de Gaulle convocó elecciones. Durante cincuenta días, París estalló en millones de manifestantes en la calle y, lo que fue históricamente más decisivo, el hallazgo de que otro mundo era posible, aún hoy vigente. Una vigorosa multitud de jóvenes, promulgamos el fin del ancien régime al tiempo que imaginamos y configuramos el nuevo universo. En dos palabras, igual que ahora en España pero más bestia, con heroísmo violento.

2. También como en España, el Partido Comunista y el Socialista, todavía con un grueso de militantes pertenecientes a la Resistencia contra los nazis, fueron vituperados y ninguneados por la fuerza emergente. No servían para construir el futuro, tarea que se dejaba en manos del nuevo líder, el carismático Daniel Cohn-Bendit, hoy eurodiputado al igual que Iglesias. Las brasas de aquella revolución alumbraron varios partidos políticos para cambiar el poder.

3. Pero las elecciones del 23 de mayo (¡mira, 2 días antes, 46 años después!) las ganó la derecha; socialistas y comunistas quedaron muy debilitados, gran parte de su apoyo pasó a los nuevos partidos. La derecha siguió gobernando…¡ durante trece años más! Lo hizo hasta que en 1981 ganó… ¡la renovada coalición de socialistas y comunistas con Mitterrand al frente! Como decía mi abuela… No hi ha temps que no torn… Espero que en esta ocasión dure menos…