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domingo, 20 de diciembre de 2015

7 claves para conocer el contenido oculto de los resultados electorales


Lo bueno de los resultados electorales es que ponen a cada uno en su sitio después de la trompetería de la campaña. En estas elecciones, además, los porcentajes presentan, al menos, 7 aristas principales.

1. Cada partido dirá lo que quiera, pero nadie está contento. Unos porque han perdido y otros porque no han ganado todo lo que ya daban por hecho.

2. El nuevo mapa es el resultante de casi una década de crisis, insólito. Pero los progresistas podemos estar contentos porque somos ligeramente más, aunque disgregados y mirándonos con recelo. En una situación similar, en Francia el vendaval político lo protagoniza la extrema derecha.

3. El bipartidismo no se acaba de romper; es mucho más imperfecto pero todavía va por delante. Las fuerzas emergentes pisan fuerte, pero van por detrás y no han llegado a las expectativas se que se crearon.

4.Podemos concentrará ahora todos los focos. Una cosa es planificar la brujería electoral, que lo han hecho razonablemente bien; y otra muy distinta es gobernar o consolidar un gobierno. Por lo que se ha visto en las autonomías, son mejores en lo primero que en lo segundo. Dentro de cuatro años ya no serán los nuevos y tendrán detrás una herencia que será juzgada con los electores.

5. Con los programas en la mano, será muy difícil para Podemos no llegar a un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez como presidente. Acabo de escuchar la última intervención de Iglesias, y no hay casi nada que no esté en el programa electoral del PSOE.


6. Si realmente son tiempos nuevos, la izquierda mayoritaria en votos logrará forjar una plataforma de Gobierno. Si no lo consigue, serán los tiempos de siempre. Y cuando digo siempre es de hace más de un siglo.

7. Si ante la incompetencia de los progresistas se convocan nuevas elecciones, aquí no se salvarán ni veteranos ni novatos. Entonces aparecerá el PP con nuevo maquillaje y con su conocida misa negra de la necesaria estabilidad de España y más extrema derecha que nunca. Y arrasará.


sábado, 19 de diciembre de 2015

Las claves del 20-D en 4 dimensiones


1. "Lo importante no es tanto que se hable de mí como de lo que a mí me interesa; es lo que se llama la “lucha por la agenda de comunicación”, espina dorsal de cualquier campaña electoral. Podemos y Ciudadanos han conseguido la victoria en esta batalla. Es más, la han conseguido juntos, coaligados como compañeros de cama y repartiéndose la carnaza televisiva del grupo Lara.

2. Su victoria es haber situado en el electorado un sofisma: lo viejo contra lo nuevo; lo viejo es malo, lo nuevo es bueno. Así se sencillo y fácil, como todo el mundo lo entiende no hay que añadir nada más. Sucede sin embargo, que el antagonismo viejo/nuevo en la sociedad del siglo XXI conlleva gran peligro debido a lo efímero de lo nuevo: cada diez minutos surge algo nuevo que inyecta vejez en lo que hasta hace un rato era nuevo. Así ha ocurrido a Iglesias y Rivera, que llegan al 20-D viejos, con los tics de la política de siempre, aprovechándose de pactos televisivos vergonzosos con lo que ellos mismos llaman “el gran capital”, con muchas  palabras vacías y pocos proyectos solventes. Cuesta recordar de memoria 3 proyectos de envergadura de cada uno de ellos.

3. Rajoy acaba la campaña con un puro en una mano y el “Marca” en la otra, mirando de reojo para que nadie lo vuelva a hostiar. Sánchez lo hace desgañitándose con su retahíla de proyectos para reducir las desigualdades, crear empleo de calidad y para que las clases medias y trabajadoras salgan de una vez de la crisis.


4. Paradójicamente, Sánchez es el pimpampum de la campaña. Todos le dan. A ninguno de los demás le interesa que gane: ni al PP, ni a Ciudadanos ni a Podemos. Los indecisos que buscan un argumento para decidir su voto deberían pensar en ello.