Creo que lo contó mi compañero diputado Pablo Martín,
refiriéndose a un diputado del PP que debía formular una pregunta en el
Congreso al entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Decía que
cuando te enfrentas a RBLCB desde la oposición no tienes el problema de
preguntarte si le vas a ganar o no porque la respuesta es obvia. La mayor
incógnita es saber cuánto tiempo le durarás vivo. De la solidez política del nuevo
secretario general del PSOE no dudan ni sus enemigos.
Confieso que me gustan las personas que no tienen apego al
poder, que defienden firmemente sus ideas pero con distanciamiento clínico, sin
que les vaya la vida, que no tienen en la lucha otro interés personal que sus
valores. Y que si mañana, por lo sea, hay que irse, se van y siguen siendo,
desarropados de los oropeles del cargo, personas sumamente interesantes.
Siento interés y admiración por las personas que son objeto
de ataques inmisericordes, de estrategias de liquidación, de bajezas y
calumnias por parte de la caverna política y mediática. Las agreden porque son a
las que más temen.
Por eso me gusta Rubalcaba y apuesto por su éxito, que será el de todos.
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