Todos somos más baratos

El tardofranquismo no se atrevió a una reforma laboral como la que nos han despachado 37 años después de la muerte del dictador. Una reforma que envilece y abarata todo: los despidos, los sueldos, el trabajo, los contratos, las prestaciones... las personas y hasta España es, desde esa calamidad de reforma, un país socialmente “barato”. Todos valemos menos.

Chapeau por la estrategia. Primero la promesa de que eso lo arreglamos nosotros en dos días si gobernamos; y una vez en el Gobierno, la mentira, la confusión y, finalmente, el miedo. Un trayecto impecable en dos meses.

Ahora comemos lo que nos echen de cualquier manera y empujándonos los unos con los otros. El temor generalizado es el mayor veneno para la solidaridad . Y cuando impera el sálvese quien pueda, siempre se salvan los mismos. El resultado final es el perseguido: el trabajo barato abona las cuentas de beneficios y el miedo anestesia las reivindicaciones. Les ha salido redondo.

Para este domingo está convocada una manifestación de protesta. Habrá que ir aunque solo sea por dignidad, que a mí y a muchos nos enseñaron que siempre ha de ser lo último que se pierda.


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