A medida que se va asimilando la letra pequeña de la Reforma Laboral queda
más nítida la magnitud de la tragedia para los trabajadores. Desde el Gobierno
del PP se podría argumentar cínicamente que
se recortan derechos a cambio de empleo. Pues ni eso: se rebanan a
cambio de nada.
Si se da al empresario la oportunidad para despedir legalmente en caso de dificultad
económica, seguro que habrá más despidos.
Si se da al empresario la oportunidad de bajar el sueldo legalmente, seguro
que lo bajará.
Si con nueve días de baja justificada en dos meses el empresario puede
despedir legalmente, despedirá a los trabajadores que enfermen.
Su producto estrella, el contrato de emprendedores, contiene un año de
prueba. Eso se traduce por despido libre, sin indemnización, después de doce meses.
Seguro que habrá más despidos.
Y ojo, porque también preparan trampas. Trile puro. La contabilidad del paro:
dando un poco de maquillaje en el sistema, bajará sobre el papel el número de personas desocupadas
y dará lugar a redobles de autobombo.
También en las estadísticas aumentará el número de contratos indefinidos. Serán
de esos con despido libre al cabo de un año.
Hará bien el PSOE en tomar la bandera de la lucha contra la reforma
laboral. Será la más dramática de los últimos 30 años.
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