¡Es la confianza, estúpido!

El gran gorila de los mercados pide cada día vírgenes sacrificadas

en forma de recortes sociales. Por cierto, no servirán para nada.

Cada día los indígenas de la Isla de la Calavera debían ofrecer en sacrificio una virgen a King Kong para aplacar su ira. El problema llegó cuando se acabaron las vírgenes. Por fortuna pasaba por allí la rubia actriz canadiense Fay Wray, la ofrecieron al gran gorila y terminaron siendo casi novios en Nueva York. A Rajoy se le acaban las vírgenes y no tiene ninguna rubia para ofrecerla a la voracidad de los mercados, que se lo comerán y a todos nosotros después.

Hay que reconocer que el PP en campaña electoral tenían razón en algunas cosas: la confianza es la base del crédito. No se presta dinero a quien no ofrece confianza y, si se presta, es a intereses estratosféricos. Es lo que le ocurre a Rajoy. Los sacrificios a que nos somete a trabajadores y clases medias no servirán absolutamente de nada. España pierde confianza por los cuatro costados porque nadie se fía de alguien que:

1. Miente a sus ciudadanos y a las instituciones internacionales.

2. Paraliza el presupuesto tres meses y luego lo cambia cada semana.

3. Envía a Europa cifras que no se sostienen

4. Crea alarmismo en su propio país diciendo que no se van a pagan las nóminas.

5. Cuando viene de acatar un rescate bancario dice que es él quien presiona a Europa.

6. Ni una sola de sus medidas propicia el crecimiento necesario para liquidar déficit.

7. Siempre encuentra un enemigo para endosarle la culpa de todo. Jamás se responsabiliza.

Por favor, que alguien le diga a ese señor: “¡Es la confianza, estúpido!”