La presión popular evitó ayer un desahucio en Valencia. La nueva ley lo permitirá. Foto publicada en EL PAIS |
Reconozco que pequé de iluso cuando
escribí que habían sido precisos varios suicidios para que el Gobierno se
tomara en serio lo de los desahucios. Pues no, ni con suicidios. No sé si el
PSOE también pecó de incauto al pretender negociar la norma con el PP. Me
inclino a pensar que lo hizo para no ser acusado de no querer ni sentarse en la
mesa para hablar. Como era de esperar, la normativa que impone el PP defiende los intereses
de los bancos por encima de las necesidades de las familias en penuria.
Su moratoria es tan restringida que no
acoge a la inmensa mayoría de gente con problemas. Es preciso tener ingresos
brutos de menos de 19.000 euros y un hijo menor de 3 años. Si tiene uno de 4 ya
queda al margen. Padres o madres solteros con hijos, por dramática que sea su
situación, también quedan excluidos. A los abuelos o padres que han avalado a
hijos o nietos también se les podrá echar de sus casas... En definitiva, un mal
parche.
Para todos los ciudadanos que requieren
que los partidos pacten ante los tiempos difíciles es toda una lección. Dos no
se ponen de acuerdo si uno no quiere. Y el PP, en el poder o en la oposición,
nunca lo quiere. Me temo que seguirán los suicidios...
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