Si alguien se pregunta sobre qué hacer el 14 M , lo tiene fácil. Basta mirar a su alrededor y se pregunte:
¿Hubo alguna vez tanto atropello de un Gobierno a la ciudadanía?
¿Hubo alguna vez tanto sufrimiento en la era democrática?
¿Hubo alguna vez tantos parados y tanta preocupación por el empleo?
¿Hubo alguna vez tantas negras perspectivas sobre la economía?
¿Hubo alguna vez tanta incertidumbre sobre el futuro de nuestros jóvenes?
¿Hubo alguna vez tanto freno a los avances sociales?
¿Hubo alguna vez tanto deterioro de la sanidad y la educación pública?
¿Hubo alguna vez tanto sentimiento de desprotección en la ciudadanía?
¿Hubo alguna vez tantas posibilidades de que se carguen las pensiones?
¿Hubo alguna vez tanta impresión de volver hacia atrás, a los tiempos más negros?
Quien responda que no es para tanto y que la situación va en franca mejoría, que no vaya a la huelga.
Quien crea que estamos sufriendo estas calamidades, que no deje de participar.
Y que unos y otros recuerden que un tal Einstein dijo que “la vida es peligrosa”, no por las personas que hacen el mal sino por las que se sientan a ver qué pasa”.
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