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viernes, 23 de noviembre de 2012

Las fascinantes maravillas de la gran empresa privada


Hace seis meses, el alcalde de Palma y el presidente de Balears decían
que el palacio de Congresos reportaría 50 millones anuales. De momento
las obras están paralizadas y cuestan casi 600.000 euros anuales.

Cantinela del PP: lo público no sirve porque despilfarra, sólo la empresa privada es eficiente. El axioma cumple todos los requisitos de la definición de la palabra estafa: una mentira disfrazada de verdad. Hoy hay dos noticias que corroboran la estafa del PP.

El Gobierno sube las tarifas eléctricas un 20%. Nos vendieron que la privatización de las eléctricas traería mayor eficiencia, menor precio. Por ceñirnos al precio, el déficit es de 4.000 millones anuales que, por supuesto, acabamos pagando entre todos. He podido comprobar cómo en 5 años el recibo de la luz, sin tener una bombilla más, se me ha multiplicado por dos. A mí y a cualquiera, vamos. Hoy supera el 10% de la pensión de un jubilado.

El Gobierno pierde cada mes casi 600.000 euros con la paralización de las obras del palacio de congresos de Palma, una insistente reclamación para los empresarios turísticos. La Administración se ha mojado con la aportación de fondos, la empresa privada sigue seca reseca. El grupo Barceló, que se hizo con la gestión, abandonó a las primeras de cambio. El resto de grandes empresarios miran al cielo y silban. Los autodefinidos creadores de riqueza no han puesto un euro. Por supuesto, nosotros pagamos los 600.000 y ellos se quedan con la riqueza creada. Maravillas de la empresa privada. Luego hay que recortar sanidad y educación "porque no nos lo podemos pagar".

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