El día 14 de noviembre tenemos
una oportunidad de dejar de ser los conejillos de laboratorio con los que un
gobierno de la derecha sin escrúpulos está ensayando para comprobar hasta donde sus ciudadanos
pueden resistir la presión del ahogo sin rebelarse. Esta vez, la huelga general
tiene que ser clara y rotunda. Hay que devolver a los Gobiernos de Rajoy y
Bauzá el miedo paralizante que han inyectado en la sociedad. El día 15 deben
ser ellos quienes sientan que tienen un problema grave y que hay que resolverlo
a la mayor brevedad.
Ilustro esta entrada con
un vídeo (unos dos minutos) de la Confederación General del Trabajo sobre la convocatoria de
huelga y que me parece especialmente acertado. El PP nos puede quitar a través del
BOE muchos derechos, pero jamás podrá anular el derecho al grito. Ejerzámoslo.
Y que todos los que trabajan
piensen si tendrán valor de decir a sus hijos: “No, yo no participé de la huelga
general para evitar que me descontaran unas decenas de euros en el salario”.
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