A partir de
los cincuenta se suele fantasear con lo que va a ser de nuestros huesos cuando
dejemos de respirar: panteón familiar, humilde nicho, cenizas al mar, al pié de
un querido naranjo ...
Ahora
tenemos una nueva opción: depositar la urna en las instalaciones del FB
Barcelona, en el Nou Camp, en la parte baja de la grada lateral. Lo leo en “EL
PAIS”. Debido a la gran demanda, el club creará un columbario para 20.000 urnas
funerarias de las que piensa sacar 6
millones de euros en su explotación comercial. Si de cualquier modo hay que
morir, que me entierren de azulgrana, piensan algunos.
Para mi
sorpresa, no es una innovación. Español, Atlético y Betis ya tienen lo que
pomposamente llaman “Espacio Memorial”, donde los socios del club mantienen un
vínculo postmortem con sus queridos colores.
Sin duda es
una gran noticia. Que, con el FMI en los talones, acosándonos con el puñetero
déficit, el paro que camina alegremente hacia los seis millones y Rajoy agazapado
detrás del sofá de su despacho, haya gente que se preocupa por tener su propio
cenicero cerquita de la hierba del Nou Camp dice mucho de la capacidad de
abstracción de la ciudadanía ante las dificultades. O quizás se trata del único
refugio seguro...
http://www.elpais.com/articulo/deportes/Cenizas/azulgranas/elpepudep/20120124elpepudep_8/Tes
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