Un amigo que
tiene un pariente ingresado en Son Llàtzer me constata el deterioro del centro
hospitalario público: suciedad, deficiencias en alimentación, falta de
mantenimiento y, en los pasillos, un viacrucis de quejas del personal sanitario
por los recortes laborales. Hace un año, me informa, nada de eso ocurría.
La
amputación de servicios sanitarios públicos es un error de base de la gestión
de un gobierno y un hachazo al patrimonio de las clases medias y populares: el
bienestar público.
Felipe González
ha rechazado esta mutilación con su habitual contundencia: “Si en los años
ochenta, con 4.500 dólares per cápita, instauramos la Seguridad Social
universal y la escuela pública obligatoria hasta los 16 años... ¿No lo podemos mantener ahora con 31.000
dólares?
El
expresidente ha reconocido un error de su gestión: la concertación del Estado
con la escuela privada. “Teníamos que haber seguido con la ampliación de la
pública al 100%”.
Es evidente que el recorte de lo público no es por fatalismo divino sino por ideología pura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.