Bauznar

Bauzá parece estar sometido a la resaca provocada por la borrachera de su inesperado (por lo abultado) triunfo electoral. Ego descontrolado, manipulación de la realidad, populismo de baja estofa, desprecio a la oposición, cortedad de miras y sobre todo, falta de “saber estar”. Podrá gobernar cincuenta años pero jamás exhibirá una pizca de grandeza política.

Aprovechar un discurso institucional del Día de las Islas Baleares para poner como un felpudo al anterior gobierno ante la presencia de representantes de la sociedad balear, incluido su predecesor en el Consolat de Mar, es de pésima educación cuanto menos. Un faltón, vamos. Un pigmeo en cuestiones morales, dispuesto a hacer añicos su dignidad a la menor ocasión.

A medida que Bauzá cobra más seguridad en su cargo, más se parece a Aznar en su ensañamiento, su falta de pudor ético, su chulería despreciadora y su tosquedad intelectual. Y me temo que todo irá a más. Hoy ya podemos llamarlo Bauznar.