Ahora mismo ha acabado la primera gran manifestación contra el Gobierno del
PP en Baleares. En concreto, contra la nefasta y grosera política sobre el
catalán. Un éxito de convocatoria: puede hablarse de decenas de miles de
personas. La sociedad balear debe tomar conciencia de lo que significa el
gobierno del PP, perder el miedo y encararse. No hay otra vía. Ha sido una
iniciativa positiva.
No obstante, mentiría si no dijera que siento una chispa de melancolía cuando veo que la
gran afluencia de hoy contrasta con la menos numerosa de manifestaciones
anteriores contra la reforma laboral y la defensa de los servicios públicos
como la sanidad y la educación, con que
el PP nos amputa derechos, desprecia a los trabajadores y nos envía 35 años
atrás. Alguien me comentaba que nuestros
hijos tendrán que pelear y conseguir cosas por las que nosotros ya habíamos
peleado y conseguido.
Me pregunto si tan difícil hubiera sido convocar esta manifestación por
toda la política del PP en general, de manera que Bauzá y su gobierno se vieran
censurados de forma contundente por la lengua, el paro, los recortes y el
desprecio hacia la ciudadanía.
¿Alguien ha pensado que ahora mismo en el PP puede estar frotándose las
manos? Quizás puedan estar pensando: perfecto, ya hemos puesto la polémica de la
lengua en la calle, que tapa la del aumento de parados, la inestabilidad en el
empleo y los recortes de los servicios públicos.
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