El candidato del PP en Andalucía, Javier Arenas, no quiere participar en el debate electoral televisado. Obviamente, su objetivo es evitarlo a cualquier precio. La cuestión es no decir lo que va a hacer si gobierna.
Me pregunto hasta cuándo el PP estirará esta simplona, pero hasta ahora muy eficaz, estrategia política. De entrada dice que la cosa está muy mal y que irá a peor, todo por culpa del Gobierno socialista. Afirman que sólo ellos lo pueden arreglar. Se niegan a decir cómo pero piden que se les vote para gobernar. Cuando gobiernan dicen que no lo pueden arreglar, siempre por culpa de los socialistas, claro. Aunque, por supuesto, ellos lo pueden empeorar. A la vista está.
Analizando las campañas y los resultados electorales, el sociólogo Ramón Folch manifestaba en EL PAIS, que “le inquietaba la incompetencia del votante, que ha provocado que la cantidad de decisiones equivocadas, tomadas democráticamente, sea ya enorme”. Comparto.
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