Aunque lo camuflen, les puede la querencia por el mando y ordeno |
De toda la gama de
recortes que sufrimos de la derecha hay uno especialmente perverso: el
democrático. En primera instancia no es tangible ni afecta a la vida cotidiana,
pero se infiltra, como un cáncer, en el interior del organismo social y si no
se aplica terapia acaba corroyendo todos los tejidos hasta la muerte.
El ejecutor de este
recorte en Balears es su presidente Bauzá. Dos ejemplos:
1. Es
propietario de un piso en un edificio con problemas urbanísticos de difícil
solución; pero no para él. Si la ley le causa problemas, cambia la ley. Así lo
ha hecho y hoy ya no tiene dificultades edificatorias.
2. Como ya no
podía sostener su incompatibilidad de presidente y ejercer en empresas
privadas, quiere poner los negocios a nombre de su esposa. Hay un problema
porque es docente y la ley no lo autoriza; pero no para él. Ya ha cambiado la
ley y ahora ya puede.
La derecha, esa que se
llena la boca de seguridad jurídica, tala por lo sano el imperio de la ley, una
de las grandes conquistas democráticas. Si la ley no conviene a sus intereses
personales, cambia la ley y en paz. Están fascinados por el despotismo de
manera que, a la que tocan poder, una fuerza irresistible hace que se
conviertan de oligarcas de mando y ordeno. Bauzá es un ejemplo de libro. Demasiado grave como para dejarl en paz.
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