Después de un fin de semana de gloria del 15M se me ocurren algunas consideraciones. Vaya por delante mi máximo respeto al movimiento y la convicción de que pueden aportar nuevos horizontes en la necesidad de profundizar en una democracia cada vez más maltrecha.
Pero después de un año de acción del 15-M... ¿Cómo estamos, mejor o peor? ¿Qué propuestas del colectivo han avanzado y tienen visos de ser realidad en el medio plazo? ¿Qué proyectos hay en marcha para que sus reivindicaciones sean aplicadas a la realidad? Creo que casi todos coincidimos en la respuesta. Estamos peor y no hay perspectivas de cambios con el PP en el Gobierno.
Estoy de acuerdo con parte importante de sus propuestas pero ignoro la estrategia para aplicarlas. A mi entender esta es la asignatura pendiente del 15 M. Considero un error que abonen el populismo contra la clase política en general, sin distinguir entre el PP e Izquierda Unida, por no describir todo el arco parlamentario. Algún día deberían contemplar la necesidad de contactar con los partidos de izquierda y conjugar esfuerzos para cambiar las cosas. Si no comprenden que fuera del ámbito político no hay avance posible están condenados a ser una simpática pero poco operativa curiosidad social.
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