Con el cierre de dos
hospitales de Mallorca, Bauzá ha sobrepasado con creces las líneas rojas. Desde
hoy se ha convertido en el peligro número uno de Baleares. No hay otra manera
de definir a quien paga a los bancos con la salud de sus ciudadanos.
La cuestión es simple: negociamos
a más largo plazo nuestra deuda y tenemos hospitales que garantizan la salud o...
pagamos de inmediato la deuda y nos quedamos sin hospitales y sin salud. Bauzá,
como era de suponer no ha estado a la altura de lo que requerían las circunstancias.
Ha antepuesto los intereses de su partido por encima de la salud de las
personas de su tierra.
Habrá que preguntar a los votantes del PP si están de acuerdo en que se cierren estos hospitales...
Como era de prever, ha
resultado fatal dejar unas tijeras afiladas en manos de un incompetente temerario que sublima sus
torpezas con la obediencia ciega al partido, sin tener demasiada idea de lo que le obligan a
ejecutar. No por ello la historia dejará de juzgarlo como ya juzgó a los
lugartenientes de Hitler, a pesar de que argumentaron obediencia debida.
¿Por qué no vende él sus
propiedades para saldar de inmediato la deuda de su empresa de vinos (300.000 euros) y otras
deudas de sospechoso origen (140.000 euros)?
Hoy es un mal día para la
historia contemporánea de Balears.
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