Resulta francamente penoso ver a Bauzá agarrándose al clavo
ardiendo de la “deuda heredada” para justificar golpes al Estado del Bienestar
como los cierres de hospitales. El monaguillo es el último que se entera de lo
que el cura hace. Cuando en Europa y el mundo entero ya entra en barrena la
infructuosa e injusta lucha desesperada contra el déficit y ya se habla de plan
de inversiones, Bauzá sigue todavía con el rosario que desde Génova le
enseñaron hace un año.
Habrá que insistir hasta la saciedad en un principio: el
déficit es la triste consecuencia de la crisis, no su origen. Todo se ha
desencadenado por la banca financiera desaprensiva que estafó, amparada por la derecha ultraliberal, a millones de
personas en todo el mundo. La mayoría de Estados, ante el desplome de la actividad
económica privada, sacaron fondos públicos para mantener el empleo. En Baleares
se hizo construyendo, como nunca se había hecho, centros educativos,
hospitales, centros de salud, residencias para mayores, transporte público… Ahí
está la deuda.
Cuando el monaguillo Bauzá vuelva a hablar de la herencia
recibida hay que contarle mil veces que recibió una comunidad en la que no solo
bajaba el paro sino que creaba empleo y que era la segunda en crecimiento
económico (un PIB positivo de 1,8% en 2011). Ahora, con el PP, se destruye empleo y se entra en recesión. Lo demás, excusas de mal pagador.
Y lo de mal pagador ya sabe él porqué.
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