Foto de Brassaï. (Marsella, 1955) |
Es
una buena noticia oír de Rubalcaba que “el PSOE ha vuelto”, sobre todo porque
obliga a preguntarse dónde y porqué se fue. Ahí está la llave de bóveda, un fondo
de la cuestión donde aparecen dos “nunca más” en rótulos de neón rojo para que
la socialdemocracia española - y la
internacional – no vuelvan a olvidar.
1. Nunca
más echar mano al cajón de las rentas bajas para pagar los desmanes ajenos. Es
lo más fácil y a lo que obligan los aguiluchos de Bruselas, pero es el cáncer
que mina la confianza hacia la izquierda. El progreso implica la formulación
permanente de ajustes a nuevas situaciones, pero si la socialdemocracia pierde
el mantra de la progresividad social y económica, lo ha perdido todo.
2. Nunca más detener una indispensable reforma fiscal. Imposible aspirar a servicios de
primera división con fiscalidades de tercera regional. Que las grandes
corporaciones económicas puedan liquidar a Hacienda un 5% de sus beneficios y
que un mileurista deba pagar más del triple hace chirriar las conciencias
sociales. No es verdad que no haya dinero; simplemente ocurre que está en
bolsillos opacos.
De
rebote, que el PSOE “haya vuelto”, es también un mensaje para la izquierda soñadora:
la política debe ser repensada, adaptada al siglo XXI y reformulada en la
mayoría de aspectos pero, hoy por hoy, no hay horizonte de cambio real que no
incluya a la socialdemocracia como el palo de un pajar cooperativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.