Es muy simple:
1. Un profesional que paga cada año los impuestos, trabaja rigurosamente en blanco y gana con su
esfuerzo y conocimiento 100.000 euros debe pagar a Hacienda 46.000 euros.
2. Un estafador inmobiliario, que jamás ha declarado nada, gana 100.000
como producto de su pillaje, deberá pagar a Hacienda 10.000 euros. Y además, nadie le preguntará de dónde ha sacado el dinero negro.
La diferencia entre uno y
otro es que el segundo está protegido por el PP de Rajoy y Bauzá con la ley de
amnistía fiscal. Todos los expertos fiscales aseguran que esta iniciativa es
muy poco eficaz y que no salvará la recaudación. Yo me permito decir que es una
indecencia. Me alegro que el PSOE la haya denunciado al Tribunal
Constitucional.
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