Bauzá y el alcalde de Villar del Río (Pepe Isbert) comparten
el gusto por la cacofonía reiterativa en sus discursos
Bauzá debería saber que la mayoría absoluta no le libra de cometer
astracanadas como la de recibir al inmobiliario Ronals Ras en el Consolat de
Mar, que dice que invertirá 1.869 millones de euros (ni uno más ni uno menos)
en el Puerto de Palma. Un proyecto en el que también figurará.... un campo de
golf!
La pena es que ahora ya se conoce todo el mundo y el inversor millonario
recibido por Bauzá resulta que fracasó en la Manga del Mar Menor, con otro megaproyecto:
le realidad es que a día de hoy quedan dos docenas de casas apuntaladas y los
propietarios persiguiéndole en los juzgados. Para saberlo bastaba con que el
brillante presidente pusiera Ronals Ras en
Google.
En 1991 Cañellas ya cometió la novatada con la fábrica de bombillas de
Petra. Los solares aún están allí, recalificados, esperando que vengan los
iluminados japoneses. Llegó a viajar hasta Japón para “atraer una gran
inversión”.
Bauzá acaba de cometer su propio Bienvenido Mr. Marshall y ahora no sabe
qué excusa encontrar. En realidad actúa como un personaje del cine en blanco y negro de la España cañí.
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