Hoy es un mal día para quienes creemos en la educación pública como principio de la igualdad de oportunidades para todos. Aquel niño que hoy juega en la calle de un barrio marginal, de familia modesta, sólo tiene una posibilidad de romper su triste destino de clase: la educación pública, gratuita y de calidad. La diferencia entre cunas altas y bajas solo puede ser equilibrada con la garantía de una buena formación.
En campaña electoral, el PSOE presentó un excelente video sobre educación. Una trabajadora doméstica en casa de ricos acompañaba a su hija a la escuela pública y le incitaba a estudiar duro para que no siguiera su camino de sirvienta. Le susurraba: “Corre, hija, corre…”. Era un video premonitorio. Ahora, con el PP, por mucho que corra es difícil que salga adelante. Con el brutal aumento de las tasas universitarias, Rajoy orienta la educación hacia un carril solo para ricos.
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