Yo también quiero ir a la cárcel

Angel Robles en una foto publicada por Diario de Mallorca

El auténtico personaje periodístico de este año no será Matas ni Camps. Ni Mas ni Pujol. Ni el pederasta de Madrid, ni siquiera Pablemos. Lo será Ángel Robles, un hombre de 44 años que aparece en los periódicos por robar comida en los supermercados y, de ese modo, poder ingresar en la cárcel. De momento no lo ha logrado pero afirma que insistirá.

Su planteamiento es de una solidez apabullante: no tiene casa ni trabajo, ni familia, ni formación. Lo peor, aunque no lo diga porque quizás no lo sepa, es que no tiene oportunidad ni futuro. En su geografía vital es evidente que la solución más a mano está en ingresar en la cárcel: allí estará caliente en invierno y comerá tres veces al día; jugará al fútbol en el patio y podrá seguir algún curso profesional… Toda una vida de lujo y equilibrio.

Hasta la cárcel es materia de desigualdad: decenas de corruptos de la derecha política y social contratan costosos gabinetes de abogados para que les libren de la cárcel y Angel Robles roba en supercados cada día con la ilusión de ingresar en un centro penitenciario. “Para descansar del trajín y los sinsabores de la libertad”, debe pensar. No sé si lo nombrarán personaje del año pero lo que ya ha logrado es ser la Vergüenza Social de unas políticas miserables que justamente la derecha política y social ha implantado.