Vistas de página en total

martes, 25 de marzo de 2014

El papanatismo entierra a Adolfo Suárez

Felipe se llevó bien con Suárez... cuando dejó de ser presidente. Solo la nicotina parecía unirles.
1. En poco más de 24 horas el papanatismo ha enmarcado a Suárez con una corona de rosas místicas como si fuera la Virgen de Fátima y, lo que es más ridículo, describe la Transición de la dictadura a la democracia como si fuera un guión de Walt Disney con el lobo y Caperucita dándose besos. En el post anterior reconocí el papel esencial de su gestión y el acierto de su nombramiento; pero dicho esto, me niego a ponerme una venda en los ojos o dar al pasado un barniz brillante que no merece.
2. Suárez fue vilipendiado por los suyos – la jaula de grillos de UCD - , puesto a caldo por la prensa y duramente acosado por la oposición. Felipe González acuñó lo de “Gobierne, señor Suárez, aunque sea mal”, en referencia a la parálisis de su gestión. Suárez dimitió porque era contestado hasta por ministros de su gobierno y no fue capaz de enfrentarse al estamento militar más inmovilista que amenazaba continuamente con golpes de Estado; lo dejó sentado en su discurso: “No quiero que por mi causa se cierre el breve paréntesis democrático abierto en la historia de España”. Tuvo que lidiar manifestaciones, a huelgas políticas y a todo tipo de contestación callejera… 
3. Después del fracaso de UCD, fundó el CDS y en las primeras elecciones cosechó un sonoro rechazo popular: no llegó al 3% de votos, menos que los firmantes en los miles de libros de condolencia en toda España. Todo conduce a pensar que en este país solo te perdonan si cumples dos condiciones: que hayan transcurrido 40 años... y que hayas muerto.


1 comentario:

  1. Absolutament d'acord, Jordi! Entre papanates i hipocrites hi ha una baralla poc elegant...

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.