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| Matar animales y destruir territorio: dos grandes aficiones de los poderosos |
¿Porqué les da a todos
por matar animales por placer? El Rey se carga elefantes en Botswana; el
consejero balear del PP, Delgado, corta las gónadas a un ciervo acribillado y
se las pone en la cabeza. Angel de Cabo, brazo armado financiero de Díaz Ferrán,
guarda en su casa los trofeos de caza de un elefante y una jirafa; para mayor
abundancia gestionaba un “fondo buitre” para distraer las deudas a proveedores
y trabajadores. El antiguo jefe de los empresarios, detenido por blanqueo de
dinero, iba a lo práctico siempre dentro de este escenario de las Minas del Rey
Salomón: en los registros a su casa le han incautado lingotes de oro.
¿Qué especie de sujetos
nos rodea que paga cantidades ingentes de dinero para matar animales? ¿Nadie
les ha dicho que vivimos en Europa y en el siglo XXI?
Su ansia de destrucción animal
solo es comparable a su deseo de destruir territorio: hoteleros de postín
alaban y respaldan el proyecto de hotel en una de las pocas playas vírgenes de Mallorca, Es Trenc, sobre
la que también pende una nueva amenaza de declarar urbana una discutida área de playa donde todavía existen restos de construcciones de chalets que la
Justicia ha ordenado derribar por ilegales. Toda una locura de muerte y destrucción.
Tarantino sacaría una buena película.
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