Mas prepara un monumento a Rajoy en la Plaça Catalunya

Los catalanes, entretenidos con Wert,
se olvidan de los recortes de Mas. Jugada perfecta.

Mas salió de las elecciones noqueado, sonámbulo y con un futuro borroso tirando a negro. Incluso apareció el fantasma de no presentarse a la investidura. Un mes después ha recuperado la iniciativa, golpea al enemigo, ha configurado un pacto de Gobierno y tiene calendario para la consulta. Todo eso gracias a.... ¡Rajoy!

El catalán podría haber recibido una llamada de Mariano en la noche electoral: “Arturito, no te preocupes. Eso te lo arreglo yo en un plisplás: abro la puerta de los toriles a Wert y todo resuelto”. Las iniciativas lingüísticas del PP contra Catalunya han sido el bálsamo para curar las heridas de Mas, que ha conseguido aglutinar a su alrededor a toda la clase política para defender al país de la agresión extranjera. 

Mas prepara un monumento a Rajoy en la Plaça de Catalunya. Les han llegado los Reyes Magos anticipados. El primero ya tiene el juguete independentista para tener entretenido al personal españolista sufridor y recortado; al segundo le han regalado un pelele con una W en el pecho para distraer a los suyos. Y mientras, ambos, tijeras en mano, trabajando para la derecha global. Y ni una queja...  Eso es filigrana.