Bauzá adopta el aire impostado y el tono engolado y trascendente de actor pasado de moda. Así, no solo no camufla su incultura sino que la expone todavía más. |
Una nadería para día
festivo. Debate del martes pasado en el Parlament balear. El socialista Carbonero cita a Antonio de Mairena, el "alter ego" filosófico de Antonio Machado, cuando dice que: “La
verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero”. El consejero del PP
Sansaloni, responde y se refiere a Mairena como “profesor de retórica poética
y filosofía (¿?)”. A veces Google en lugar de esconder la incultura, la
destaca. Ante los pitos del público, el consejero del PP quiere arreglar su
metida de pata y lo hace con el refrán de cerdos que más a mano tiene: “Els
senyors i els porcs han de venir de raça”. No viene a cuento en el debate pero
a ese joven e impetuoso pepero no le podemos pedir más. Al menos domina los cerdos más que la retórica.
El presidente Bauzá no
quiere quejar al margen y, en un rifirrafe con la portavoz socialista Francina Armengol, anuncia un cierre de su intervención con redoble de tambor: “Yo
haré una modificación a la frase de Juan de Mairena: “La verdad es la verdad,
lo diga Agamenón, lo diga Armengol o su porquero”. Perplejidad y silencio en la
sala: el presidente no ha entendido nada del sentido de la frase. Vergüenza ajena.
El caso es que eso le
ocurre con frecuencia a Bauzá. Como los galanes del teatro del XIX, pronuncia
con tono engolado frases rimbombantes que no vienen a cuento en su discurso porque no las
entiende. Lo malo es que las usa como si las entendiera. Sólo hay una ignorancia
peor que la de no saber: no saber y creerse sabio. En esas manos estamos. ¡SOS!
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