"Cuando oigo la palabra cultura echo mano a la... cartera (de los demás)"

La gente del teatro resiste como puede las
agresiones culturales del PP

1. España es el único país de Europa – de la Europa de los 26 – en el que se paga el 21% de impuestos para acudir al teatro, exactamente el mismo porcentaje fiscal que se carga a un ludópata para jugar a las tragaperras. Esa es la idea que tienen Rajoy y los suyos para proteger la cultura.

2. Ayer viví la agradable experiencia del Teatro de Barra en los bares del barrio palmesano de Santa Catalina. Autores, actores, público y establecimientos se unen para generar energías teatrales y resistir el desprecio del PP a la cultura. Porque, a pesar del encanto de la iniciativa, no es más que un acto de subsistencia en una situación desesperada.

3. “Cuando oigo la palabra cultura echo mano a la pistola”. Algunos  atribuyen ese rebuzno al general golpista Millán-Astray (que también decía que era el novio de la muerte) y otros a Goebbels. Hoy, la derecha española ha refinado sus modales: ahora ya solo echa mano a la cartera (de los demás) para ahogar económicamente cualquier tipo de iniciativa cultural de las que enriquecen el espíritu crítico de un pueblo. En ambos casos la intención permanece y coincide: la muerte de la cultura y el triunfo de la burrería.