Los insaciables

Los Señores del  ladrillo son insaciables

Con la crisis económica descubrimos que la caverna incrustada en el partido conservador tiene un volumen muy superior al que se apreciaba en épocas de bonanza. Las dificultades disuelven las risueñas máscaras tras las que sus dirigentes disimulaban sus auténticos rostros y ahora aparecen tal como son.

Ejemplo 1. En Mallorca, varios de estos prohombres (y promujeres ¿?) han optado por arremeter en bandada contra el artista Miquel Barceló por apoyar una campaña contra la destrucción del paisaje. Lo curioso es que lo han tildado de pesetero, chocante insulto en boca de los representantes del capitalismo más codicioso. No controlan ni sus contradicciones básicas. 

Ejemplo 2. En plena convalecencia social por el cáncer del exceso de la construcción, el PP de Balears vuelve a las andadas con nuevos macroproyectos. Y lo hace con la grosera estrategia de colocar a los parados como escudo humano de su patética cruzada a favor del ladrillo. Se comportan como salvajes insaciables.