La derecha sin manías tomó París. La crisis económica y los abusos del capitalismo son males menores comparados con el matrimonio homosexual. |
Cientos de miles de
personas (algunas fuentes superan el millón) se han manifestado en París contra
el matrimonio entre homosexuales aprobado por el Gobierno Hollande. Recuerdo
que esto ha sucedido en 2013 y en el corazón de la Francia republicana. A eso se
le llama movilización.
Y es, sobre todo, la
visualización de los latidos sociales europeos, en unos tiempos en los que la
derecha se crece sin tapujos y la izquierda, acobardada, se bate en retirada y
con reproches entre sus mismas facciones y sensibilidades.
Cuando se ha instalado en
la sociedad un sufrimiento que no se registraba en muchas décadas, se pierden
derechos ciudadanos y se impone la lógica de las finanzas sobre la de la
solidaridad, apenas se registran manifestaciones de auténtica envergadura. A lo
sumo, pequeñas acciones de grupos sectoriales.
La conclusión es obvia:
el miedo acalla la razón. Lo malo es que no hay referencia histórica alguna de
que una sociedad miedosa haya superado crisis como la que padecemos. La
resignación nos acabará de hundir.
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