El tiempo de las grandes delincuencias políticas ha quedado definitivamente roto. |
2. Durante décadas, gran
número de periodistas, comentaristas y probablemente gente de la calle,
erigieron a Munar como símbolo de la astucia y el poderío político. Cientos de
artículos están en las hemerotecas. La presentaban como sagaz dominadora de la
escena y, por ende, trataban a los demás como títeres en sus manos. Algunos
desearían borrar hoy algunos de sus escritos.
3. La justicia no las acierta
todas, pero sí algunas. Son patéticos los gestos de quienes critican la feria
según les va en ella. La justicia puede presentar averías – incluso muchas y
muy graves, como ahora – que hay que reparar, pero jamás puede perder el rol de
pilar fundamental de la democracia.
4. Tan cierto es esto como
que el PP, desde Aznar, ha trufado de gente de su confianza todos los órganos
de la Justicia. La mayoría jueces y magistrados, por el propio perfil de acceso
a la profesión, provienen de familias conservadoras y adineradas. Pero, además,
el PP ha hecho una sorda labor de zapa para obtener beneficios para los suyos. El
carnet de militante del Presidente del Tribunal Constitucional es la última
pero no la única aberración.
5. Los demás partidos no
tienen ninguna estructura organizada en la Justicia, más allá de la de los
nombramientos por acuerdo. Aún en estos casos, los propuestos por el PSOE, sin
ir más lejos, nunca se han “mojado” en la defensa de casos concretos, como lo
hace sistemáticamente los del PP. En Balears hemos vivido casos muy de cerca.
6. El PP ha realizado una “inmersión”
similar en el funcionariado de las
autonomías que ha gobernado. Siempre tienen a decenas de funcionarios con
carnet para ocupar cargos políticos. Los demás partidos se las ven y se las
desean.
7. Como conclusión, Matas y Munar han sido declarados delincuentes (con mayor o
menor suerte). Más allá de criterios personales sobre la aplicación de la Justicia,
es un paso de gigante en el avance democrático. Estoy convencido que se ha
enterrado para siempre unas formas espeluznantes en el ejercicio de la política
por parte de la derecha. Ahora les quedan, simplemente, las groseras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.