La sangre de la ecotasa atrae a los tiburones

 La rutina analítica de los medios de comunicación en Balears cae ya en lo irrisorio. Leyendo los titulares – cualquiera se mete ya con el texto – me da la impresión que estamos en 2002 cuando el Govern de Antich inventaba una novedosa ecotasa que, después de haber sido criticada y abatida, se ha generalizado en media Europa, donde la aplican los propios hoteleros mallorquines.

Los grandes timoneles de la información descubren con el escándalo de fuegos artificiales tipográficos que los residentes de Balears deberán también pagar la ecotasa cuando se alojen en un hotel de Balears (de la misma forma que la pagan los residentes de Barcelona cuando van a pasar el fin en semana en un hotel de Canet de Mar, o los propios parisinos a un hotel de París, que también se da).

No contentos con eso, dan cabida y eco a la prensa basura europea que amenaza con que habrá millones de turistas que no vendrán a Balears por pagar 1 euro cada día.  En 2002 el alemán Bild tituló en portada “Los impuestos y los tiburones alejan  a los alemanes de Mallorca”. En la foto aparecía un primer plano de la boca del cadáver de una tintorera que apareció en aguas de Cala Ratjada . Me pregunto a qué huelen los medios de comunicación locales que se comen la basura de los contenedores periodísticos europeos.

Que nadie se apure. La inmensa parte de la población balear está a favor de la ecotasa con todos los matices que se quiera. Solo se desgañita la recalcitrante Federación Hotelera – que no todos los hoteleros – dirigida en el sol y en la sombra por la gran derecha. Hace 15 años asustaron a los más incautos. Ahora ni eso.