Las próximas elecciones BIS llevan una carga de confusión que amenaza
con dejar el horizonte a oscuras. Para poner luz habrá que hablar claro. Ahí
van 10 puntos.
1. No habrá catástrofes. Afortunadamente, los nuevos partidos no
parecen ser de extrema derecha como ocurre en media Europa y, en especial, en
Francia y Alemania. Toda una suerte.
2. Los emergentes españoles ya han emergidos y pasados por revisión: medidos y pesados hace seis meses, cuando los resultados electorales les
desposeyeron de las fabulosas expectativas de voto con las que tantos
malabarismos montaron.
3. Como consecuencia de lo anterior, se ven obligados a barrer
en todos los rincones y a levantar los cojines del sofá para buscar monedillas
con las que ampliar su capital. Han encontrado a IU y en algunos lugares, como
Balears, a Més, que a su vez ya es un partido de partidos.
4. Esos actores secundarios de la película de Podemos tienen un
interés importante. Fracasaron en las anteriores elecciones pero en las BIS, camuflados bajo otro paraguas, no se les contarán los apoyos. Ideal: siempre
podrán decir que han aumentado votos (invisibles, claro).
5. En la configuración del batiburrillo, con elementos tan
distintos y distantes, solo se advierte un denominador común en el ADN de cada
uno de ellos: jibarizar al PSOE. Como fue objetivo malogrado en la última convocatoria ahora lo camuflan como "sacar al PP del Gobierno".
6. Así pues, el auténtico partido será entre PSOE y la Selección
del Resto del Mundo de Supuesta Izquierda (SRMSI) capitaneada por Iglesias,
cuyo único sueño es eliminar del mapa a los socialistas para ocupar su lugar.
7. Iglesias necesita un voto más que el PSOE para ser Pedro Sánchez
y correr al Congreso en busca de la investidura con los votos socialistas. “Seré
generoso con ellos”, ya ha dicho. Los fusilará sin dilaciones para que no
sufran.
8. El PP quedará de Don Tancredo esperando la victoria por incomparecencia
del contrario o por alineación indebida. No se moverá ni un pelo.
9. Ciudadanos no tardará ni 5 minutos en acercarse al PP de
forma natural, objetivo que desbarató Sánchez hace seis meses.
10. No espero nada bueno del grueso del electorado español, que da mayor
número de votos al partido más corrupto. El resto, anda en la confusión de mil
flautas de encantadores de serpientes. No creo que vislumbren de qué lado anda
la solvencia entre tanta tribulación. Juegan a los chinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.