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jueves, 11 de febrero de 2016

Memorias de Senegal (2): Conquistamos América... y esclavizamos África


Viajar por África negra es tocar con las manos el holocausto de la esclavitud. Los historiadores no se ponen de acuerdo, pero con frecuencia se habla de una cifra de 40 millones de africanos que, a partir del siglo IX, y sobre todo  en el XVIII, fueron víctimas de esa lacra humana. Todo se disparó cuando los europeos conquistaron las Américas; inmediatamente esclavizaron África. Vaya carrerón.

En Senegal, concretamente en la isla de Goré, frente a Dakar, se conserva el recuerdo más lacerante: la Casa de los Esclavos, con la llamada “puerta sin regreso”, última frontera hacia las naves de negreros, que cargaban africanos con un trato similar al del transporte de carbón.

Es una de las historias negras de Europa de la que se derivan otras vertientes menos espectaculares pero igualmente crueles como la colonización y el expolio de materias primas, bases del desarrollo económico del Viejo Continente. Y ahora, cuando nos piden una mano - un poco de nuestras sobras -, nos escandalizamos y queremos cerrar las fronteras a quienes hemos exprimido como a un limón.

En la foto de arriba, mi amigo senegalés en la llamada celda de los esclavos recalcitrantes, los que oponían resistencia. Decía que él hubiera sido uno de ellos. En la foto de la derecha, la última puerta; quien la traspasaba no volvía a ver a los suyos. Le esperaba el peor de los infiernos.

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