Vistas de página en total

martes, 27 de septiembre de 2016

Sánchez planta cara

¿De dónde viene la crisis mundial de la socialdemocracia en las dos últimas décadas? Parece claro: sus soluciones se parecían demasiado a las liberal conservadoras de la derecha de tal manera que se acentuaba la desigualdad, languidecían las clases medias y los jóvenes se quedaban sin horizonte claro. Mientras, los poderosos, a lomos de la globalización, hacían y deshacían sin que nadie les plantara cara.

La España de Zapatero era considerada un oasis de democracia de calidad, superior – decían – a las de los países nórdicos. Pero llegó el día en que tuvo que descargar sobre las espaldas de trabajadores y jubilados los efectos de una crisis y cambió la Constitución para fijar un techo de gasto público junto con el PP. En pocas semanas ZP perdió casi 20 puntos en las encuestas. PP y Podemos fueron los grandes beneficiarios de esa debacle que aún hoy se arrastra, estigmatizada con el “PPSOE”.

Si está claro que el declive de la socialdemocracia viene por su gestión, tan cercana a la de la derecha ¿Qué pasaría si ahora, gracias a su gentil abstención, el PSOE facilitara en España el Gobierno de la derecha? Tenemos referencias de actitudes similares en Grecia, donde los socialistas han sido, literalmente, borrados del mapa electoral.


Cuando Sánchez planta cara al PP y a las arcaicas baronías del PSOE, está dando un paso ideológico de gigante para una recuperación de la izquierda, que solo sus pulsos internos y guerrillas fratricidas pueden desvanecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.