¿De dónde
viene la crisis mundial de la socialdemocracia en las dos últimas décadas? Parece
claro: sus soluciones se parecían demasiado a las liberal conservadoras de la
derecha de tal manera que se acentuaba la desigualdad, languidecían las clases
medias y los jóvenes se quedaban sin horizonte claro. Mientras, los poderosos,
a lomos de la globalización, hacían y deshacían sin que nadie les plantara
cara.
La España de
Zapatero era considerada un oasis de democracia de calidad, superior – decían –
a las de los países nórdicos. Pero llegó el día en que tuvo que descargar sobre
las espaldas de trabajadores y jubilados los efectos de una crisis y cambió la
Constitución para fijar un techo de gasto público junto con el PP. En pocas
semanas ZP perdió casi 20 puntos en las encuestas. PP y Podemos fueron los
grandes beneficiarios de esa debacle que aún hoy se arrastra, estigmatizada con el “PPSOE”.
Si está
claro que el declive de la socialdemocracia viene por su gestión, tan cercana a
la de la derecha ¿Qué pasaría si ahora, gracias a su gentil abstención, el PSOE facilitara en España el Gobierno de la derecha? Tenemos referencias de
actitudes similares en Grecia, donde los socialistas han sido, literalmente,
borrados del mapa electoral.
Cuando
Sánchez planta cara al PP y a las arcaicas baronías del PSOE, está dando un
paso ideológico de gigante para una recuperación de la izquierda, que solo sus
pulsos internos y guerrillas fratricidas pueden desvanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.