A grandes
problemas, grandes soluciones. Por eso no entiendo los desmayos y taquicardias
provocados por Pedro Sánchez, que trata de desbloquear la grave
situación política por medio de una mayoría alternativa al PP y el contacto con todos
los grupos parlamentarios, incluidos los de los catalanes defensores de la
independencia. Los soponcios de los medios de la derecha – o mejor dicho, de
los medios – es consecuencia de su propia visión del problema, que va desde
interesada a troglodítica.
¿Hay o no un
problema con Catalunya? Si la respuesta es sí, se abren dos caminos. El de
Rajoy, que propugna el portazo y Santiago cierra España. Y el de Sánchez que
presenta las propuestas federalistas del PSOE a todos los partidos catalanes, incluidos
los independentistas ¿La solución pasa por el portazo, el insulto y el
espionaje de Estado a adversarios políticos... o por un diálogo franco para explorar salidas y
alternativas al enroque catalán?
Así, improvisando
y a bote pronto: “Ustedes se comprometen a respetar escrupulosamente la
legalidad constitucional, abandonan eso de las desconexiones y juntos
trataremos de encontrar soluciones razonables para Catalunya que incluyan la
reforma de la Constitución. Nos damos el plazo de la presente legislatura.
Luego, ya veremos. En política 4 años es una eternidad”.
Hace bien
Pedro Sánchez cortando con su espada el nudo gordiano, que reyezuelos de
tercera categoría (en todos los partidos) se ven incapaces de desligarlo con
sus torpes manazas por mucho que les aliente su trompetería mediática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.