Las tres “líneas rojas”
de Podemos para apoyar la investidura de Susana Díez son curiosas, entre otras cosas
porque la socialista puede ser investida
en segunda vuelta sin el apoyo de Podemos. A menos, eso sí, que los de Iglesias
sumen los votos al PP, lo que sería aún más curioso. Vayamos a por las líneas.
1.- Tolerancia cero
con la corrupción. Difícil estar en contra. El truco está en exigir la dimisión
de Griñán y Chaves, dos ex presidentes imputados por la jueza estrella Ayala, a
quienes, en todo caso, jamás se les acusaría de haberse llevado un euro sino de
implantar un sistema (las subvenciones sobre los ERES) que permitió los
supuestos abusos cometidos por terceras personas. Por la misma lógica se puede
pedir la condena perpetua para el redactor del Código de Circulación, porque
cada día es contravenido por miles de personas que se lo saltan a la torera y,
además, provocan muertes.
2.- Eliminar gran
parte de altos cargos y asesores de la Junta. Aquí hay coincidencia con el PP.
Quizás ignoren que la derecha no necesita asesores en el Gobierno porque los
tiene gratis en bancos y grandes empresas; prefieren que la izquierda forme un
gobierno de boinas. Por supuesto, los altos cargos deben ser ocupados por personas
competentes y honestas, jamás ser un refugio de amiguitos. Pero si un paciente
tiene daño en la rodilla, lo que hay que hacer es curarla por métodos más
adecuados (que existen) que el de amputar la pierna entera.
3. No conveniar con
bancos que promuevan desahucios: es decir, todos. Puede hacerse, desde luego, pero
quizás sería más conveniente una política de vivienda que asegure un techo a
quienes lo pierden por haberse liado con una hipoteca a la que no pueden hacer
frente. Por cierto, la Junta de Andalucía es una adelantada en este ámbito.
Bien mirado, pacen líneas
rojas desteñidas, casi rosas...
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