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jueves, 19 de junio de 2014

Volvemos a la depresión

El gran logro de la España del aguilucho: ganar
a la Unión Soviética en 1964

1. Cada país tiene las medallas deportivas que se merece en cada momento histórico. Es evidente que el depresivo fútbol español corresponde ahora a la desmoralización social que vive el grueso de los ciudadanos españoles. Durante el franquismo el fútbol– deporte nacional, lo llamaban los nacionales – jamás logró el menor reconocimiento internacional; en los largos años de dictadura, la Selección solo alzó la Eurocopa de 1964, la cacareada victoria española contra Rusia que llenó todas las portadas del No-Do durante meses.
2. Todo cambió definitivamente en 1992, cuando el deporte español se proyectó desde la Barcelona olímpica a todo el mundo. Presentaba una cara moderna, ganadora, alegre y confiada, que rompía con décadas de tristeza en la que se substituía la carencia de estructura y tecnología deportiva por la exhibición de la famosa furia española, que conducía igualmente a la derrota pero con tirón muscular añadido por el esfuerzo inútil.
3. Viendo ayer el partido de la selección española estaba viendo la sociedad española: mal dirigida, desnortada, incapaz de sobreponerse a tanto sufrimiento. Los locutores de Telecinco, como en los buenos tiempos, trataban de salvar los muebles pidiendo arreones de casta a las almas en pena que deambulaban por Maracaná… La diferencia con el pasado es que ahora sabemos perfectamente el porqué de nuestras desdichas, que ya es el primer y más importante paso para saber cómo superarlas.



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