En 2014 Pablo Iglesias ingresó más de 107.000 € por su labor
como europarlamentario, profesor de Universidad y colaborador de
programas de televisión. Para situar esta cifra en el mapa de retribuciones
valdrá decir que el President/a del Govern de les Illes Balears ganó en 2015
menos de 66.000 €. En dos palabras: el líder de Podemos cobró el 40% más que la
primera autoridad balear.
No sé qué deben pensar los votantes de Podemos ante la
noticia. Yo pienso que a un político no se le debe exigir que cobre poco sino
que sea bueno, honesto, justo, preparado, con dedicación y que resuelva los
problemas del país. Las inversiones no se definen como altas o bajas sino como
rentables o deficitarias. Que nadie pretenda encontrar un arquitecto de primera
línea, solvente y reconocido, que a su vez cobre 700 € al mes. Es más, la
mayoría de personas desconfiaríamos de él a la hora de encargarle la
construcción de nuestra casa.
Por tanto, el dato de los ingresos de Iglesias no tendría
mayor consideración si el descastado receptor no se hubiera erigido en el profeta de
sueldos de menos de 2.000 € para los representantes políticos y denigrado
entonces a quienes ahora cobran bastante menos que él. La demagogia atrae a incautos pero tiene poco recorrido.
Ah! Y que no venga
con que dona 4.000 euros al mes a su programa de televisión “La Tuerka” porque,
además de no ahorrar ni un céntimo a la hacienda pública, tiene el mismo valor moral
que si los donara a su gato.
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