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domingo, 26 de octubre de 2014

Bárbara Galmés eviscera "La panda de los dedos de oro"


No sé… pero uno siente algo extraño cuando percibe simultáneamente que lo halagan y lo viviseccionan como si fuera un renacuajo de laboratorio. Lo hizo públicamente, con mano firme, sabiduría y ternura, Bárbara Galmés el pasado viernes en la presentación de “La panda de los dedos de oro” en Literanta Libros y Café. De la portada a la última frase.

Es obvio que cada lector ejerce, porque le corresponde, el derecho a decidir su propia interpretación de una novela. El autor, sin embargo, guarda en su intimidad la percepción primigenia de su obra. Por eso, cuando el novelista asiste a su evisceración, practicada con el certero bisturí de una forense literaria de primera línea como Bárbara Galmés, cae víctima del vértigo que le provoca el rasgamiento del  pudoroso velo interior tras el que se resguardaba.

En cualquier caso, como sería mezquino que solo los asistentes al acto de Literanta disfrutaran de la aproximación de Baita a “La panda de los dedos de oro”, la reproduzco en su integridad. Vale la pena. Son siete minutos que se hacen muy cortos .

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Presentación de LA PANDA DE LOS DEDOS DE ORO, de Jordi Bayona. Literanta, 

Palma, 23 de octubre de 2014.

No tengo falda de leopardo, pero para dar ambiente me he traído un fular con una ilustración que lo recuerda. Con esta pequeña broma quiero empezar mi presentación de La panda de los dedos de oro. Porque así, de golpe, empieza la novela con un divertido y ocurrente  monólogo de un personaje ficticio que, tal vez, sea uno de los personajes más reales de la obra aunque fruto del blog del protagonista narrador. La lectura de esas dos primeras páginas seguro que ya anima a muchos a hacerse con una novela de 537 páginas. Pero no se engañen,  esa es una de las teclas del libro, pero hay muchas más. Como hay muchos otros motivos para leerlo. Les apunto una serie, en concreto, 7, más la lectura de unas citas que harán el resto. De lo más superficial a lo más profundo, porque en este libro no falta de nada.

1.- Es un libro, sí, no tiene de momento formato digital. Aunque lo digital constituye un elemento fundamental de su argumento.
En el centro de la portada, un damasco oriental sobre el que reposan unos dólares flanqueado por una piel de leopardo, de nuevo el leopardo, y por la “nostra” tradicional tela de “llengos”, los tres elementos funcionan a modo de indicio sobre el heterogéneo contenido de la novela, sucintamente anunciado en la contrasolapa.
En la pestaña de la portada encontrarán una formal y aséptica biografía  del autor, que dice poco de su capacidad de fabular  (aunque se base en realidades), de su sentido del humor, de su mestizaje (es de la Barceloneta) ,  de su capacidad de observación, de su facilidad para teorizar y sacar conclusiones  y de su habilidad periodística tituladora (miren ,por ejemplo, el índice al final del libro. Merece un capítulo aparte. Les leo algunos para abrir boca…

2.-  Lea tres novelas por el precio de una. Tres posibles historias que hubiesen podido funcionar independientemente pero que están perfectamente trabadas entre sí. Precisamente es esta una de las cualidades de la novela que, pese al tono conversacional y a la tendencia a la digresión y al paréntesis, presenta una estructuración perfecta, en la que nada queda en el aire (sí, del clavo se acaba por colgar el cuadro; el revólver del principio se dispara al final). Todo está perfectamente organizado y pautado. Los misterios e intrigas se van resolviendo poco a poco y se mantiene la tensión hasta el final.
De haber sido su asesora comercial le habría propuesto publicarla en tres partes: la de la panda progre y la reflexión política, la de los jóvenes nativos digitales  blogueros y expertos en la e- economía (no quiero decir “emprendedores”, si leen el libro sabrán por qué) y la de la galería de mujeres liberadas y de sexo feliz, incluido el virtual.

3.- La tercera cualidad, consecuencia de la anterior,  es que el libro gusta a todo el mundo porque en algo nos podemos ver cada uno de nosotros reflejado: jóvenes veinte y treintañeros todavía en casa de papá, supervivientes de mayo del 68, amantes de la cocina y de nuevas recetas y consejos para alegrar nuestro sexo, politólogos y sociólogos, frikis informáticos… y chinos. Novela pues intergeneracional y para todos los públicos.

4.- Su cronología y su marco pueden también interesar a todo tipo de lectores. Especialmente a los mallorquines. Estamos en el territorio de “això era i no era”. Mallorca está detrás, de hecho es una relectura de la Mallorca de los últimos sesenta años, pero su significado tiene un sentido más amplio. Efectivamente, la novela amplía su marco espacio-temporal hasta límites que no sospechan. Ya lo veremos.

5.- La cualidad más notable  de la novela, a mi modo de ver, es su galería de personajes, unos personajes que, como dijo el autor en la primera presentación del libro, adquieren vida propia, son reales hasta el punto de que el personaje más ficticio de todos, ya lo he dicho, la heroína del blog erótico que escribe el protagonista, Ana María, acaba por materializarse como el que más. Vamos, que se encarna. Ya lo verán.
Pero vayamos con el resto, con algunos de los cuales se puede sentir el lector/lectora identificado. El jefe de la nicotínica panda, Jaume Puig y su gemelo Sebas que acaban formando una de esas tradicionales parejas literarias memorables y que mantienen una relación envidiable con el hijo/sobrino, Germi, el narrador protagonista a través del cual conocemos los cincuenta o sesenta últimos años de la intrahistoria de Mallorca. Es Germinal, el zolesco protagonista, quien guía continuamente al lector y quien  cuenta su propia historia familiar remontándose a la época de sus abuelos (la del boom turístico)  y adelantándose a un futuro previsible en torno a 2035.
Junto al núcleo familiar (falta su madre, mamá, de la que no recuerdo el nombre y no sé si lo tiene. Sí el apellido, Soroll), la galería de mujeres, además de la virtual Ana María, Dora, la mujer luminosa y de una pieza; la dulce, “benéfica” y sorprendente Rita y la asistenta, Susana, (“aparenta más edad, salvo cuando habla, que parece una menor”). Ella, Susana,  y su enigmático hijo, un hallazgo, mi personaje favorito, jugarán un papel importante en la segunda parte de la novela. De Luismi, el hijo, Germinal nos dice que no sabe “si se ha transformado en un perverso delincuente, un superdotado camuflado de friki o, sencillamente otro borderline”. Habrá sorpresas, pero no las desvelo.

6.- Hemos hablado del emisor, del receptor, de la localización, de los personajes… y me he olvidado de algo fundamental y que es algo que a todos nos gusta: nuestra presencia como lectores o receptores inmediatos de lo que nos está contando, presentes y casi con entidad física, (en la jerga de la crítica literaria, el narratario, fea palabra). Sí, ya lo he dicho, Germi se dirige directamente a nosotros, nos subraya algo por si se nos pasa por alto, conversa con nosotros como si estuviéramos sentados con él, aquí o en una sala, y no nos oculta como nos envidia porque cree (y ahí se equivoca) que a lo largo de la lectura no hemos sufrido alteraciones, que  nos conservamos, estamos igual que antes. Desde luego, muy educado, cierra su relato con un atinado “Que ustedes lo pasen bien”.

7.- Respecto al subgénero, nos hallamos ante una novela inclasificable que si ustedes conocieran al autor llamarían “bayonística”. Recuerda en algo al Mendoza humorístico, tiene también algo del Vázquez Montalbán carvalhiano y mucho de novela de periodista. Contiene elementos dispares y eclécticos que van del humor a la reflexión sociológica y política, del erotismo a la confesión personal, de la metaliteratura a las referencias cultas y populares  -está llena de citas y anécdotas de todo tipo-, de la ironía y a veces el “cabreo” a la ternura y también a la nostalgia… la inevitable nostalgia. Mucha nostalgia de un tiempo perdido o desaparecido, de un tiempo que se acaba del cual algunos somos el último testimonio…
Con estos argumentos y la lectura a continuación de unos cuantos fragmentos espero  haberles aguijoneado la curiosidad e incluso el deseo, por qué no, de adquirir inmediatamente este libro, otros libros, varios libros….

Voy con las citas

1.- Después de transcribir un discurso del presidente de los EEUU dice el narrador protagonista: “ iComprenden ahora de qué les habló cuando les hablo del relato como brújula que orienta el mundo y, sobre todo, a sus residentes? No hay auténtico poder si no está sustentado por un relato creíble, emocionante y esperanzador. La vida es un destilado de historias y narraciones. Relatos de personas,  de países, de viajes, de amor, de humor, de tristezas, de grandeza, de amistad, de obcecaciones, de terror, de padres y de hijos, de vida y de muerte…”(pág.24). Es la mejor definición de lo que es esta novela, que si no fuera porque le robó el título Jeremías Gamboa debería de haberse llamado “Contarlo todo”.

2.- “El relato de mi abuelo es el de Mallorca: el vértigo de la riqueza urgente que viste de burgueses a los menestrales pero que, al final de su vida, les obliga a despertar de su sueño” (pág.36)

3.- El relato del padre, Jaime, es el del que reconoce que “He vivido en el mejor de los tiempos posibles. No yo, claro, sino mi generación de los años cincuenta. Escapamos por un pelo a las guerras de nuestros padres y nacemos justo cuando comienza el mayor milagro económico de la historia de la Humanidad: cincuenta años de bonanza y de pachorra. Descubrimos el sexo en la mejor de las situaciones: acababa de aparecer la píldora(…) ya no te hablo de otro tipo de pastillas para viajar a paraísos artificiales… nos desarrollamos sin esa despiadada competencia en la que nos han sumergido y sin las adicciones de tanta interactividad global: hablabas con la gente cara a cara, no estabas todo el día agarrado al móvil enviando estos jodidos whatsapp tecleados con los pulgares. Nos hemos pasado cincuenta años sin limitaciones, sin conocer más que la sociedad pujante (…) Me siento satisfecho de hacerme viejo y no enfrentarme a esa mierda de futuro: Me quedo disfrutando de la vida y del sexo a la antigua. Somos grandes privilegiados: hemos gozado de la mejor época de todos los tiempos” (152-153) Acaba de empezar la batalla del líder de la panda o banda contra el mundo en un click.
Frente a ellos, Germi y Luísmi, hijos del siglo XXI, no pueden enfrentarse al mundo y triunfar sin  la extensión digital de sus mentes, por eso “Comprendo que a muchos de ustedes les suene a broma, pero quien no luzca esa basura tecnológica es hoy un marginado digital que no podrá avanzar dos pasos en el más simple de los negocios”. (387).
Bien avanzada la novela, el relato se traslada a Shangai (los mallorquines hemos aprendido a salir de “Sa Roqueta”), Shangai convertida en “la capital económica del país, la bandera del sueño chino: enriquecerse de cualquier modo y lo más pronto posible. El fenómeno descoloca a  los miembros de la panda… muchos de los cuales fueron fervientes maoístas en su juventud…” (438). Shangai supone un quiebro en la historia de los personajes y de la Mallorca, aldea global. También  Germi reconoce que “la estancia en China abrió un paréntesis en mi vida ordenada y previsora…” (482), ese cambio solo puede mitigarse con el retorno al pasado, la degustación de los exquisitos canalones cuya receta está detalladamente explicada –no se la pierdan- y que por propia experiencia doy fe de su bondad. (Homenaje a la madre del autor).
En fin que “los chicos de la banda de los dedos de oro cabalgaron sobre lo mejor de la historia: la pasión por la lucha de las ideas, una vida de imaginación sin fronteras, el soplo fresco de la libertad, el confort del bienestar, la capacidad para saborear el jugo de lo cotidiano”,  y, la lectura de libros EN LEGÍTIMA DEFENSA. Léanlo en la página de los 227) . Reivindicación que hago mía y con la que termino.

“¡Que ustedes lo pasen bien!”

Bárbara Galmés.



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