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martes, 27 de septiembre de 2016

Sánchez planta cara

¿De dónde viene la crisis mundial de la socialdemocracia en las dos últimas décadas? Parece claro: sus soluciones se parecían demasiado a las liberal conservadoras de la derecha de tal manera que se acentuaba la desigualdad, languidecían las clases medias y los jóvenes se quedaban sin horizonte claro. Mientras, los poderosos, a lomos de la globalización, hacían y deshacían sin que nadie les plantara cara.

La España de Zapatero era considerada un oasis de democracia de calidad, superior – decían – a las de los países nórdicos. Pero llegó el día en que tuvo que descargar sobre las espaldas de trabajadores y jubilados los efectos de una crisis y cambió la Constitución para fijar un techo de gasto público junto con el PP. En pocas semanas ZP perdió casi 20 puntos en las encuestas. PP y Podemos fueron los grandes beneficiarios de esa debacle que aún hoy se arrastra, estigmatizada con el “PPSOE”.

Si está claro que el declive de la socialdemocracia viene por su gestión, tan cercana a la de la derecha ¿Qué pasaría si ahora, gracias a su gentil abstención, el PSOE facilitara en España el Gobierno de la derecha? Tenemos referencias de actitudes similares en Grecia, donde los socialistas han sido, literalmente, borrados del mapa electoral.


Cuando Sánchez planta cara al PP y a las arcaicas baronías del PSOE, está dando un paso ideológico de gigante para una recuperación de la izquierda, que solo sus pulsos internos y guerrillas fratricidas pueden desvanecer.

viernes, 16 de septiembre de 2016

El termómetro de medir saturación turística en Palma

Un tren "saturado" en India
¿Padece Palma de saturación turística? Depende. Siento ser de la minoritaria Secta de los Matices en una sociedad del blanco o negro, pero lo indiscutible es que algunas arterias de la Palma antigua están claramente saturadas y las calles de son Gotleu o Son Rapinya, por poner un ejemplo, no lo están en absoluto.

¿Cómo sabemos que llegamos al nivel de saturación? La capacidad de carga demográfica parece un buen indicador. Cuando en una casa preparada para 4 personas viven 8, la saturación se hace patente. En las cifras de Balears  (no tengo las de Palma) se 1111111acercan peligrosamente el número de residentes y de visitantes durante los meses punta, con cerca de los dos millones de personas. No es necesario describir la presión que eso significa sobre infraestructuras básicas (saneamiento, agua, energía, comunicaciones...) porque es evidente que ya hay varias costuras a punto de reventar.

Otro signo de saturación es la opinión del propio turista. Hace décadas quedé impresionado por Sant Gemignano, preciosa ciudad medieval de la Toscana. Volví recientemente y juré que no volvería a poner el pie. Se había convertido en parque temático: calles atiborradas, tiendas de falsos recuerdos para turistas, terrazas con mal servicio y a precios siderales y hasta desfile de caballeros medievales al más puro estilo Disneylandia. Cuando sea el propio turista de Baleares quien, como yo en la Toscana, jure no volver a poner el pie, habremos llegado a una saturación irreversible. Las encuestas de satisfacción no auguran nada nuevo.

En cualquier caso, todo es tan volátil que, si mañana se recupera Turquía, si Túnez vuelve por sus fueros y se apacigua la situación general en el norte de África, volverá el canguelo y rezaremos novenas para que vengan turistas. Hablamos de saturación y no de consistencia de nuestro negocio para afrontar el futuro. Siempre nos ha sido más fácil estrujar la temporada hasta la última gota, sin miramientos, como si fuera la última.



miércoles, 7 de septiembre de 2016

Sánchez corta el nudo

A grandes problemas, grandes soluciones. Por eso no entiendo los desmayos y taquicardias provocados por Pedro Sánchez, que trata de desbloquear la grave situación política por medio de una mayoría alternativa al PP y el contacto con todos los grupos parlamentarios, incluidos los de los catalanes defensores de la independencia. Los soponcios de los medios de la derecha – o mejor dicho, de los medios – es consecuencia de su propia visión del problema, que va desde interesada a troglodítica.

¿Hay o no un problema con Catalunya? Si la respuesta es sí, se abren dos caminos. El de Rajoy, que propugna el portazo y Santiago cierra España. Y el de Sánchez que presenta las propuestas federalistas del PSOE a todos los partidos catalanes, incluidos los independentistas ¿La solución pasa por el portazo, el insulto y el espionaje de Estado a adversarios políticos... o por un diálogo franco para explorar salidas y alternativas al enroque catalán?

Así, improvisando y a bote pronto: “Ustedes se comprometen a respetar escrupulosamente la legalidad constitucional, abandonan eso de las desconexiones y juntos trataremos de encontrar soluciones razonables para Catalunya que incluyan la reforma de la Constitución. Nos damos el plazo de la presente legislatura. Luego, ya veremos. En política 4 años es una eternidad”.

Hace bien Pedro Sánchez cortando con su espada el nudo gordiano, que reyezuelos de tercera categoría (en todos los partidos) se ven incapaces de desligarlo con sus torpes manazas por mucho que les aliente su trompetería mediática.



viernes, 2 de septiembre de 2016

Votar no es tan malo como dicen

No llego a comprender ese pánico a la convocatoria de nuevas elecciones. ¿Miedo a qué? ¿A perder diez minutos en el mes de diciembre para acercarse a las urnas? ¿A dedicar media hora para votar por correo? Quien haya provocado este espanto es maestro en manipulación de la opinión pública… ¿Desde cuándo acercarse a las urnas – incluso de forma repetida - es algo terrible para un país? Que yo sepa no muerden...

Alegan que no podemos estar más tiempo sin gobierno. Y tienen razón, pero olvidan decir que es mucho peor tener un mal Gobierno y para constatarlo que se lo pregunten a la clase media y a la trabajadora que tardarán años –quizás generaciones - en reponerse de los estragos que les han causado los cuatro años de Gobierno de Rajoy ¿Queremos que el hombre del puro y el “Marca” continúe sin más y con el respaldo de los socialistas?

Francamente, parece una gran idiotez. En consecuencia, algo muy grave se están jugando los poderosos para defender tal idiotez.

La tan cacareada ruptura del bipartidismo – y eso deben saberlo los votantes – no sale gratis. Sin embargo, si el precio a pagar es acercarse tres veces a la urna en un año tampoco lo veo tan caro. Mucho más caro nos saldría consolidar un Gobierno acusado de corrupción por los cuatro costados y dispuesto a dar leña a pensionistas, asalariados y a las franjas más débiles de la sociedad, como la que ha dado en sus cuatro años de gobierno, que todavía escuecen.